La Matemática es la ciencia que se
ocupa de describir y analizar las cantidades, el espacio y las formas,
los cambios y relaciones, así como la incertidumbre. Si miramos a
nuestro alrededor vemos que esos componentes están presentes en todos
los aspectos de la vida de las personas, en su trabajo, en su quehacer
diario, en los medios de comunicación, etc.
Las matemáticas, tanto histórica como socialmente, forman parte de nuestra
cultura y los individuos deben ser capaces de apreciarlas y comprenderlas.
Es evidente, que en nuestra sociedad, dentro de los distintos ámbitos
profesionales, es preciso un mayor dominio de ideas y destrezas
matemáticas que las que se manejaban hace tan sólo unos años. La toma de
decisiones requiere comprender, modificar y producir mensajes de todo
tipo; en la información que se maneja cada vez aparecen con más frecuencia
tablas, gráficos y fórmulas que demandan conocimientos matemáticos para su
correcta interpretación.
Por ello, los ciudadanos deben estar preparados para adaptarse con
eficacia a los continuos cambios que se generan. Se pretende configurar el
área de matemáticas no sólo como un conjunto de ideas y formas de actuar
que conllevan la utilización de cantidades y formas geométricas, sino, y
sobre todo, como un área capaz de generar preguntas, obtener modelos e
identificar relaciones y estructuras, de modo que, al analizar los
fenómenos y situaciones que se presentan en la realidad, se puedan obtener
informaciones y conclusiones que inicialmente no estaban explícitas.
Presentan unas características que se deben destacar para comprenderlas y
saber cómo aplicarlas. Las matemáticas son universales: Los resultados que
se obtienen son aceptados por toda la comunidad internacional, lo que no
quiere decir que los métodos que se han utilizado históricamente sean
iguales: lo que sí son universales son las actividades, mucha entroncadas
con la cultura de los pueblos, que han impulsado el conocimiento
matemático. De esta manera hablamos de: contar, localizar, medir,
explicar, jugar, etc.
La Matemática es una ciencia viva. Su conocimiento no está fosilizado,
además de una herencia recibida es una ciencia que hay que construir. Un
reto interesante es el contextualizar adecuadamente los nuevos contenidos
que se presentan.